miércoles, 3 de marzo de 2010

Jugamos con los números romanos

http://clic.xtec.cat/db/jclicApplet.jsp?project=http://clic.xtec.cat/projects/romanos2/jclic/romanos2.jclic.zip&lang=es&title=Números+romanos

http://genmagic.org/mates3/nro1c.swf

http://clic.xtec.cat/db/jclicApplet.jsp?project=http://clic.xtec.cat/projects/romans/jclic/romans.jclic.zip&lang=ca&title=Numeración+romana

Los números romanos

http://dstemuco.cl/departamentos_old/matematica/2006/losnumerosromanos.ppt#256,1,

Los números Arábigos

En este Powerpoint se propone una explicación lógica a la forma de la numeración arábiga, en la que supuestamente cada cifra se corresponde con el número de ángulos que posee.Y completamente cierto, contando los ángulos menores de 180 grados.
http://www.scribd.com/doc/12729575/Numeros-Arabigos-y-Su-Logica Los numerales arábigos contemporáneos se originaron en los numerales Brahmi, en la India en el siglo primero de nuestra era.Esos numerales todavía no se usaban de la manera actual (con un valor en la función de la posición, ni tampoco existía el cero), pero se puede ver que en forma eran parecidos a los actuales. De la India se difundieron en la cultura árabe, y de ahí llegaron a ¡"Al Andalus"!, que les dió la forma que tienen actualmente (o casi). Podemos ver la evolución, y vemos que los números españoles de la época (uno de primeros libros con estos números que se conserva es de 976 y se guarda en el monasterio del Escorial), salvo el 3, 4 y 5, ya eran bastante parecidos a los actuales, y no tenían apenas ángulos.Más curiosidades sobre la historia de los números:
Los símbolos de 1, 2 y 3 en casi todas las culturas vienen de maneras de escribir 1, 2 y 3 palotes (y los números Brahmi no son una excepción)
En concreto, en las primeras versiones de los símbolos numerales el cero tampoco tenía ángulos, pero era sólo un punto.
Nuestra numeración arábiga los árabes la llaman "numeración india" y probablemente los indios la tomaron prestada de China.

Trabajar con coordenadas cartesianas

http://www.educaplus.org/play-26-Arregla-el-jardí­n.html